Duelo
Patológico:
Se define como la intensificación
del duelo al nivel en que la persona está desbordada, recurre a conductas desadaptativas,
o permanece inacabablemente en ese estado sin avanzar en el proceso del duelo
hacia la resolución (Horowitz 1980).
Existen 4 tipos de duelo
complicado presentados por William Worden.
Duelo
Crónico. Tiene una duración excesiva y nunca llega a una conclusión
satisfactoria. En este tipo de duelo, las reacciones propias del primer año
posterior a la pérdida se siguen presentando durante muchos años después. Como
bien se dijo, no existen plazos fijos y rígidos, pero periodos excesivos que se
alejan demasiado de los estudios hechos por los especialistas son indicadores de
un duelo no resuelto.
Duelo
Retrasado. También llamado inhibido, suprimido o pospuesto.
Este duelo se forma cuando no se tiene una reacción emocional de acuerdo con el
dolor psicológico. Cuando se suprimen las emociones, éstas no se extinguen sino
que se guardan y probablemente en el futuro se desborden ante sucesos menos
significativos.
Duelo
Exagerado. Las reacciones ante la pérdida son demasiado intensas, al
grado que el doliente las considera excesivas e incapacitantes como la
depresión clínica, ataques de pánico y fobias que acarrean una vida no
funcional.
Duelo
Enmascarado. Cuando el doliente no puede enfrentar y manejar
sus reacciones del duelo y sobre todo cuando no puede reconocer que dichas
reacciones son producto de la pérdida, entonces lo expresa a través de
mecanismos disfrazados, como pueden ser enfermedades físicas y otras conductas
desadaptativas, pero no reconocidas como consecuencia de la pérdida.
Factores de vulnerabilidad para
el duelo patológico:
·
Cuando se pierde a uno de los padres en la
infancia
·
Existencia
de desórdenes de la personalidad
·
Relación difícil o dependiente con el difunto
·
Muerte súbita
·
Carencia de apoyo familiar u otras redes de apoyo.
Síntomas de duelo patológico
·No se puede hablar del fallecido sin experimentar
intenso dolor
·Acontecimientos poco importantes desencadenan
intensas reacciones
·No querer desprenderse de bienes materiales del
fallecido, aún después de mucho tiempo.
·Se presentan síntomas físicos similares a los del
ser querido fallecido
· Cambios radicales en el estilo de vida o el evitar
personas y situaciones que puedan recordar.
·Sentimientos persistentes de culpa, baja
autoestima y depresión.
·Fobias respecto a la enfermedad o la muerte
·Tristeza inexplicable y generalmente cíclica.
· Compulsión a imitar a la persona muerta
· Incapacidad de respuesta emocional
· Hiperactividad
·Comportamiento autodestructivo
·Síntomas hipocondríacos excesivos.
¿Cómo
enfrentar la muerte? Tanatología. Instituto Mexicano de Tanatología. pp. 226 y
227 Editorial Trillas.
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